lunes, 21 de mayo de 2012

Somos triunfadores


Si en tu camino tropiezas con una piedra, no te lamentes, ni te enfurezcas, tampoco te sientas un ser fracasado; solo retira la piedra de tu camino y sigue adelante.
Ira, orgullo, pereza, gula, envidia, lujuria, codicia y sus miles de ramificaciones no pertenecen a nuestra naturaleza superior y además son la causa real de todo fracaso o sufrimiento en la vida y además es posible eliminarlos de nuestra naturaleza psicológica.
Pensemos por un momento como sería nuestra vida sin ego, seguramente triunfaríamos en cualquier área sin ningún esfuerzo.
Observa a tu alrededor, las personas riñen, discuten o traicionan, no por amor, consideración o respeto, sufren por celos, envidia, codicia o mentira.
Cuando alguien cree que el enojo, la envidia, los celos, juegan un papel significativo en su vida, será muy difícil liberarse de la causa de todo fracaso existencial.

martes, 8 de mayo de 2012

Confía, Ama y Aprende


No te apartes del nuevo camino, sigue y continua, esto es atrapar los momentos de desvío, cuando estés en el nuevo enfoque atrapa los momentos que varias en los 2 enfoques y al hacer esto te conviertes en cazador, cuando somos cazadores atrapamos el desvío y podemos girar, nos sobreponemos y seguimos ahí, mas cuando somos casados no hay claridad y nos dan una buena sacudida.


viernes, 4 de mayo de 2012

Perdona y Libera


Nadie puede seguir adelante si se encuentra atado al pasado, las grandes cadenas que limitan el avance interior y el estado saludable del alma son entre otras cosas el rencor, miedo, culpa, odio y venganza.

Heridas como por ejemplo al ser despreciado o maltratado, un abuso sexual en la niñez o juventud, rechazo cuando prefirieron mas a un hermano o una hermana en tú lugar, dándole todo lo que deseaba pero a ti no. El rechazo desde el vientre, posiblemente por que tus padres no querían hijos o no querían tener más hijos o tal vez por que tus padres querían una niña y no un niño o viceversa (y tal vez te lo dijeron o te lo repiten a cada momento); o por ser producto de una relación ilícita; también produce heridas el desamor de los padres, mostrado de diferentes maneras. El ser traicionado en el noviazgo o en el matrimonio.

Cada vez que intentas olvidar, revives los recuerdos y eso te lleva a darte cuenta que en tú corazón hay mucha amargura, odio, rencor, resentimiento, deseo de venganza o tal vez haya dolor, aflicción, angustia por todo lo que te ha tocado vivir.

La palabra resentimiento, viene de resentir: es decir, "volver a sentir intensamente una y otra vez". Cuando estamos resentidos, sentimos el dolor del pasado una y otra vez. Algunos creen que el enojarse y apegarse al rencor es señal de poder, energía, entrega y amor propio. Pero en realidad, son sentimientos de impotencia, desilusión, inseguridad, aflicción y miedo.

Físicamente el rencor y las emociones  producidas por estas heridas, también tiene efectos dañinos. Con  el tiempo empieza a apagarse nuestra vida, perdemos el sueño, sufrimos trastornos digestivos que a la larga nos producen úlceras; problemas de hipertensión. Muchos de los síntomas cardiacos y digestivos, las disfunciones del descanso, la brusquedad en el trato con los demás e incluso la pérdida del empleo o relaciones sentimentales, etc. Son el resultado de heridas del alma que no hemos sanado.